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A la mañana siguiente, cuando llegaron a Ecbátana, le rogó a AzarÃas que lo llevara directamente a la casa de Ragüel.
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| Por favor, te lo ruego llevame con ella | |
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Edna y Ragüel los recibieron amablemente, como se debe hacer con los viajeros que llegan cansados y polvorientos
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Pero cuando se sentaron sobre los almohadones del banquete y el dueño de casa empezó a comer, para dar ejemplo a los invitados, TobÃas dijo en voz alta.
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| —Come y bebe, mi querido TobÃas —dijo Ragüel, en cuanto se sintió mejor—. Y disfruta de esta noche. Que el Señor te dé paz y en otro momento hablaremos de esto | |
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| Hermano AzarÃas, di a Ragüel que me dé por mujer a mi amada Sara. | |
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